Llevo tiempo desconectada de mi vida cibernética que tanto calor y entusiasmo me proporcionó en mis horas de eterna soledad. Mi nueva vida me llena hasta tal punto que me vuelco en ella de manera total e incondicional. Soy consciente que este blog a ayudado a algunas personas en situaciones similares. Pero el tiempo no da para más.
La denuncia penal no llegó a tener efecto, el juez de primera instancia la desestimó, y en recurso el juzgado provincial determinó que no habían motivos suficientes para una denuncia penal, puesto que no habían alimentos impagados, por no haber una cuantía fija determinada en mi sentencia de divorcio. Estimó que no existía abandono, puesto que la madre (yo) cumplía ese rol plenamente. Aunque sí reconoció mis dificultades y la injusticia que se producía, y me animó a pasar por la vía civil y pedir una modificación de medidas definitivas, opinando que era la mejor opción.
Ese procedimiento iniciado, he empezado las negociaciones con el papá de los niños, que paulativamente se va suavizando y tranquilizando. Ese cambio se debe en gran parte a su compañera sentimental. Una bellísima persona, con la que los niños se sienten muy a gusto y a la que adoran, a mi gran satisfacción. Le he transmitido en muchas ocasiones mi agradecimiento, y ahora es algo así como una aliada para mi, puesto que es ella la que hace la labor de concienciar a mi ex marido.
Actualmente nos encontramos negociando la pensión, que, aunque ridícula, para mi ya es mucho poder obtener un extra para los gastos de los niños o para ahorrarlos para su futuro. El otro día estallé y le dije varias cosas de las que tenía guardadas desde el principio, y me dio la impresión de que ahora se está dando cuenta de todo.
La situación para mis hijos es un poco difícil en mi casa, puesto que se encuentran con una hermanastra más pequeña que requiere más atenciones mías, pero confío de que el tiempo ponga todo en su sitio y estoy segura de que vamos por buen camino. Al fin y al cabo nada es un camino de rosas y la vida es una continua adaptación a nuestro entorno.
Pero ahora me llena el corazón de alegría poder deciros... ya no estoy sola y soy feliz junto a un hombre maravilloso.
Os deseo buena suerte y mucha felicidad para el futuro a los que os encontreis en una situación difícil. Espero que mis relatos os den esperanza y os transmitan algo positivo que os ayude.
La paz y la felicidad os esperan a la vuelta de la esquina...
jueves, 25 de junio de 2009
Noticias mías
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