lunes, 24 de marzo de 2008

Todo empezó en Enero de 2007 (IV La rutina)

¿La rutina? Sí, es la rutina que vivo ahora. No es la que deseo vivir, pero tampoco es el peor escenario con el que me podría encontrar.

En el acuerdo de divorcio él se comprometió a participar al mantenimiento de los niños "en natura", es decir, sin importe predefinido, a comprarles directamente de vez en cuando un par de zapatos, ropa, material escolar... en fin, colaborar en la compra del material que les pueda hacer falta. Resultado : cuatro pares de deportivas en más de un año. Nada más.

Sí, ya sé, pensaréis, como todos, que soy tonta, que porqué no le reclamo, que porqué no exijo la pensión, bla, bla, bla. Yo sólo os pediré que penseis en la siguiente pregunta: ¿realmente vale la pena entrar en una guerra judicial? No se si se puede cuantificar el perjuicio moral que causa un pleito en la familia, pero en el fondo no tengo ganas de entrar a valorarlo.

Quizás sea cobardía, pero pienso que al fin y al cabo, aunque a nadie le guste el sacrificio, la vida está hecha de ello. No creo que valga la pena meterse en tales batallas para obtener un ingreso que durará como mucho 8 o 10 años (en mi caso), que quizás nunca llegue a cobrar.

Tal vez algún día algo o alguien me haga cambiar de opinión, pero de momento no me siento preparada emocionalmente para soportar un conflicto más de éste orden.

Mientras tanto, sigo el ejemplo de la más remota de nuestras antepasadas : llevar mis hijos hacia delante cueste lo que cueste.

2 comentarios:

Susi CG dijo...

pensamientos muy similares a los mios....
besos...gracias por tu blog

PIER dijo...

Mientras tu puedas darle a tus hijos lo que ellos necesiten.. y educarlos de la manera que mejor te convenga llenandolos de amor y mucho cariño... todo lo demás sobra..
No importa que tengas que hacerlo sola... pero para el bienestar tuyo.. es mejor no entrar en peleas ni en juicios... eso es un proceso largo y a la final terminarias mal tu y los nenes..
La felicidad esta en las cosas pequeñas..
abrazos..