lunes, 31 de marzo de 2008

Todo empezó en enero de 2007 (VI Navidad)

Antes de Navidad ya me dí cuenta que lo nuestro no tenía futuro, y empecé a sufrir por una separación que aún no había llegado.

Los niños se marcharon con su padre 2 días antes de mi cumpleaños. En 10 años, no había pasado un sólo cumpleaños ni unas Navidades sin mis hijos. Fue como una pesadilla... maletas por cuatro días y se quedaron 13 días, porque el padre me los trajo cuando le dió la gana... celebraciones sin fiestas ni alegría... la casa sóla y vacía durante los larguíiiisimos días sin trabajar... y un novio-fantasma demasiado ocupado para estar a mi lado cuando más me hacía falta.

Entré en el 2008 con una copa de champán en la mano que no pude beber porque mis lágrimas empezaron a bajar por mis mejillas, como con vida propia, en cuanto acabaron las 12 campanadas...

Me hundí de golpe. Toda la presión del divorcio contenida salió, como si supiera que los niños no estaban allí para verla. Y casi nadie supo nada, en público tan sólo afloraba la evidente tristeza de no tener a los nenes a mi lado en fechas tan señaladas. Fue terrible.

Corté con mi prícipe azul, porque se había vuelto violeta, después de suplicarle que viera las cosas de otra manera. Y me sentí aún más sóla y desesperada.

Me inscribí a webs de encuentros. Entonces comprendí que aún gustaba, que todo no estaba perdido. Mientras miraba fotos de unos y otros, como si fuera un catálogo de venta por correspondencia, me di cuenta de que mi vida no estaba acabada... y empecé a resurgir.

2 comentarios:

Susi CG dijo...

Ay Jinna!! leo tus frases y veo lo que a mi me espera...y se me mete un miedo en el cuerpoooo....
Si quieres contactarme y tienes gtalk...me encantaria compartir contigo....
un besito

Jinna dijo...

Susi, te envío un e-mail al respecto.

Un besazo, y ánimos!