La relatividad del tiempo

Si bien en mi anterior entrada explicaba mi sensación acerca del tiempo pasado o perdido, esta vez quiero hablar de aquél tiempo que no parece pasar bastante deprisa...

Ayer tuve de nuevo una trifulca con el papá de mis hijos. Por la noche me puse a reflexionar del motivo que hacía que cada vez me sienta peor y de porqué cada vez me afecta y me desestabiliza más otro conflicto con él... Me di cuenta de que mi respuesta es el tiempo.

Recuerdo que al principio me inmunicé de alguna manera, achacando su actitud a su falta de aptitud por adaptarse a la nueva situación. Creí que el tiempo lo curaría todo y que poco a poco él se iría calmando y dejaría de decirme todas aquellas estupideces. Ahora me doy cuenta de que no es así...

Le cedí todo lo que él quiso, accedí a sus peticiones con tal de "pasar el trago" lo más rápidamente posible, que el divorcio fuera "limpio" y con los menores conflictos posibles. Todo por estar convencida de que era lo mejor para el bienestar de mis hijos. Han pasado 15 meses... y él sigue igual.

Estoy llegando a una situación en la que cada vez que le tengo que pedir algo para sus hijos, tengo que aceptar ser humillada con sus típicas "fuiste tú la que te marchaste", "tú lo quisiste así", "yo quise hijos para criarlos en familia y no así", "ahora asume las consecuencias", y alguna que otra subida de tono... Realmente creo que esto es un maltrato psicológico, porque no es justo que, después de todo lo que he hecho y aceptado, él se crea con el derecho de tratarme así...

La cuestión es que por mucho que reflexione, no sé cuál es la solución, no encuentro la salida... me sigo sintiendo atrapada por él, en una relación que ya no existe, que me persigue.